domingo, 31 de marzo de 2013

Los Audífonos y aparatos para sordos - Historia y evolución




Los modernos audífonos no han nacido solos, son los biznietos de las antiguas cornetas o trompetillas para sordos que se fabricaban en metal y que estaban inspiradas en los caparazones de los caracoles y en los cuernos de animal que hasta entonces se utilizaban  para colocárselos en el oído.

La nobleza en el siglo XV ocultaba estas trompetillas en el abanico y los señores en el bastón para ocultar su discapacidad auditiva, ya que la sordera en esta época estaba relacionada con la discapacidad intelectual.

Fue Pedro Ponce, un monje un español del siglo XVI, quien demostró mundialmente que la sordera no llevaba aparejada ninguna discapacidad, y a partir de ahí se extendió el uso de las trompetas que ayudaba a los sordos a escuchar los sonidos, aunque por supuesto eran mucho más grandes e incómodas que los modernos audífonos de tecnología digital.

El salto de la trompetilla al audífono lo dio precisamente Alexander Graham Bell el inventor del teléfono.

Este genio tuvo la gran idea de crear un aparato para que sus alumnos sordos pudieran escucharle mejor y así creó el conjunto de micrófono y el altavoz unidos por un cable, que más tarde se daría cuenta que si conectaba dos aparatos de estos aunque estuvieran a gran distancia, podía escucharse igualmente, y lo patentó como teléfono, aunque la idea principal era la del audífono.

Los audífonos en 1920 eran del tamaño de un teléfono y fue a finales de los cuarenta cuando la electrónica permitió hacerlos  del tamaño de una cajetilla de tabaco con el inconveniente de tener le que conectar un auricular con cable.

La aparición de los circuitos integrados en 1958 permitió por fin hacerlos pequeños es decir, pequeños para la época; porque lo que era pequeño antes nos parece grande hoy en día.

Ahora sí que son pequeños, al menos por el momento porque quizás este artículo permanezca en el tiempo y otra generación los considere obsoletos cuando sean del tamaño de una lenteja y se lleven en un pendiente.

Por ahora la tecnología digital nos permite fabricar audífonos con chips integrados capaces de amplificar los sonidos con claridad, y todo con un diseño integrado y funcional a un precio moderado.


martes, 19 de marzo de 2013

Afiladores Eléctricos para cuchillos y tijeras



Poco a poco van desapareciendo los artesanos que con tanto cariño hacían su trabajo con herramientas de mano; me refiero a los alfareros que trabajaban el barro, a los ebanistas que hacían las tallas a mano, y así podíamos hablar de una lista interminable de zapateros, herreros y vidrieros entre otros.

Recuerdo cuando era niño cuando llegaba al barrio un señor en bicicleta que a toque de armónica ofrecía sus servicios y se buscaba la vida afilando los cuchillos y tijeras que teníamos en las casas.

Era el afilador; un artesano que dedicaba su tiempo y su experiencia para dejar los cuchillos impecables, con un filo que les devolvía la vida.

Hoy en día en nuestras cocinas tenemos un juego de cuchillos que utilizamos para cada cosa; desde el más pequeñito para pelar las patatas, hasta el jamonero que por su estrecho tamaño es ideal para cortar el jamón en finas virutas.

Y tan importante es utilizar un cuchillo adecuado, como mantener su filo en perfectas condiciones de corte, y para eso es imprescindible afilarlos correctamente.
Pero la técnica del afilado no es fácil, para eso debemos conocer las ventajas de cada tipo de afilador. Básicamente existen tres clases de afiladores; los manuales, los eléctricos y el afilador de piedra.

Todos son excelentes, pero hay una diferencia muy clara entre los manuales y los eléctricos, ya que mientras que para afilar un cuchillo a mano hay que posicionar perfectamente el filo y dedicar tiempo y paciencia; con el afilador eléctrico logramos un afilado profesional de todos los cuchillos en apenas cinco minutos.

Tal como hoy utilizamos una batidora eléctrica para ahorrar tiempo o un exprimidor automático para obtener un rico zumo sin esfuerzo; pretender afilar los cuchillos a mano, es una tarea engorrosa que solo hacemos cuando nos pilla justo en el momento de cocinar y pensamos que los cuchillos ya no valen.

El cuchillo es el mismo que cuando lo compramos, y no es que no corte por viejo, ni tengamos que tirarlos para comprar otros mejores; la solución simplemente pasa por un buen afilado, pero conseguirlo es tarea de profesionales.

Afilarlos a mano es como salir del paso, pero si apreciamos la cocina lo mejor es ver la realidad. Los chefs, los cocineros, los cortadores de jamón y los profesionales que utilizan cuchillos y tijeras lo saben, por eso consiguen un buen afilado gracias a los pequeños afiladores eléctricos que le solucionan un problema que a mano es difícil de igualar.

El afilador eléctrico es la reencarnación de las antiguas piedras esmeriladoras que los afiladores portaban en sus bicicletas, haciéndolas girar mediante una polea conectada al eje de la rueda, que gracias a la velocidad de giro, conseguían un afilado profesional y duradero.

Simplemente, ahora los afiladores eléctricos son más pequeños, potentes y precisos, por lo que se han ganado un hueco en la cocina.

Volver a cortar la carne o preparar una rica ensalada ya es posible gracias a un pequeño electrodoméstico tan barato que su coste se amortiza en poco tiempo.

martes, 12 de marzo de 2013

Inaguramos el blog!

Bienvenidos al mundo del gadget, en el cual podras leer interesantes opiniones y reviews de cientos de gadgets que iremos encontrando por la red. Siempre desde mi personal punto de vista, espero que te guste!