Los
que vivimos en casas con patios sabemos lo incómodo que resulta
estar abriendo y cerrando la puerta de acceso al jardín siempre
pendiente de que no pase el perro a la casa y deje su rastro en forma
de huellas de barro con lo tedioso que es limpiar una y otra vez el
suelo.
Otras
veces queremos limitar el paso del animal hasta la zona de la cocina
pero que no pase de allí y ensucie el parquet, o simplemente
queremos que el perro permanezca en su zona mientras limpiamos el
piso o abrimos las puertas para airear la casa y no sabemos cómo
impedir que el perro se nos cuele.
La
solución más práctica es atar al perro, pero no es la más
adecuada para nuestra mascota, porque si le tenemos cariño no
podemos atarle y condenarle a estar cogido del cuello con solo dos
metros de movimiento cuando puede disfrutar de todo el patio, pero
también queremos tener la puerta abierta…
No
nos queda otra que educarle; pero ¿cómo decirle al perro que se
esté quieto, si cuando nos demos la vuelta querrá indagar por toda
la casa? o ¿cómo evitar que salte la valla del patio y se cuele al
del vecino?
Pues
existe otra solución mucho más práctica que se llama Valla Invisible para perros y consiste simplemente en un hilo metálico que se extiende
por todo el perímetro que queremos limitar para el perro, del cual
no se saldrá aunque ninguna valla física se lo impida, ya que el
cable lo mantendrá dentro de su espacio.
Con
el cable daremos la vuelta al patio o al cerco, y el hilo actuará de
valla, por eso el invento es conocido con el nombre de valla
invisible.
A
nuestro perro le ponemos un collar que dispone de un sensor, y que
cuando el perro se acerque a menos de un metro de la valla, le
avisará con un pitido impidiendo que se acerque más ya que si lo
hace el collar aparte de emitir el sonido vibrará, y si el animal se
acerca aún más, pasara de la vibración a la descarga
electrostática que cesará en cuanto el perro se aleje del hilo.
La
descarga es inofensiva para nuestro animal pero persistente si el
perro no se aleja, con lo que enseguida comprenderá que no habrá ni
siquiera pitido si no se acerca a los límites marcados por el cable.
El
cerco eléctrico es reconocido como el mejor sistema de protección para el
dueño y para el perro, ya que también protegerá al animal
manteniéndolo en un lugar seguro, y esto es muy útil cuando las
circunstancias nos obliguen a mantener a los perros en una parcela
abierta sin miedo a que se escapen, se alejen o se pierdan.
Este
pastor eléctrico es la mejor solución a cientos de casos que se
pueden presentar, y lo mejor es que cuando queramos cambiar la
ubicación, basta con recoger el hilo en un carrete y volverlo a
poner en otro lugar.
La
efectividad del producto le ha hecho merecer el reconocimiento de
miles de personas que por fin encontraron la solución para que sus
perros no se escaparan y deambularan a sus anchas, con los
consecuentes accidentes que pueden producirse si el perro entra en
una autovía, en fincas privadas o en cotos de caza.
Limitar el espacio a nuestro perro es sinónimo de seguridad para
todos, incluso para el mismo, ya que garantiza que el animal
permanezca en un sitio seguro sin riesgos inesperados.